miércoles, 28 de septiembre de 2011

Palabras inmortales

Recuerdo que, siendo una chiquilla, siempre deseaba declamar. Era como si quisiese decir siempre algo a los demás, algo grande, que yo sentía en lo más hondo de mi corazón.
¡Cuando ahora hablo a los hombres y mujeres de mi pueblo siento que estoy expresando "aquello" que intentaba decir cuando declamaba en las fiestas de mi escuela!
Evita, "La Razón de mi Vida", cap. 4

viernes, 23 de septiembre de 2011

Voto femenino

23 de septiembre de 1947: Promulgación de la Ley 13010 del Voto Femenino
11 de noviembre de 1951: Primer Voto Femenino





PALABRAS DE EVA PERON AL RECIBIR EL TEXTO DE LA LEY 13.010, EN EL ACTO DE SU
PROMULGACIÓN EN LA PLAZA DE MAYO, EL 23 DE SEPTIEMBRE DE 1947.-
"Recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación la ley que consagra
nuestros derechos cívicos y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en
nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente
que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria".
"Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una
larga historia de luchas, tropiezos y esperanzas. Por eso hay en ella crispaciones de
indignación., sombras de ocaso, pero también alegre despertar de auroras triunfales.
Y esto –que traduce la victoria de la mujer sobre las incomprensiones. Las negaciones
y los intereses creados solo ha sido posible en el ambiente de justicia y de recuperación de la patria que estimula e inspira la obra del general Perón".
"El cambio ha sido largo y penoso, pero para gloria de la mujer –reivindicadora
infatigable de sus derechos esenciales- los obstáculos opuestos no la acobardan: por
el contrario, le servirán de estímulo y acicate para seguir la lucha con la fe puesta en
Dios, en el porvenir de la Patria y en el General Perón".
"Tenemos para conquistar y merecer lo nuestro tres bases insobornables,
inconmovibles: ilimitada confianza en Dios y en su infinita justicia: una patria
incomparable a la cual amar con pasión y un Líder al que el destino modeló para
enfrentar victoriosamente los problemas de la época: el General Perón".
"...El voto femenino significa una responsabilidad que nos alcanza a nosotras. Las
mujeres peronistas, en la misma proporción que a los hombres. Casi me atrevería a
decir que nos alcanza doblemente: por un lado en nuestra condición de ciudadanos,
y por otro lado, en razón de que somos nosotras las mujeres la columna básica del
hogar, la garantía de su permanencia y las inspiradoras de su fe..."
"Hoy la escuela y el hogar ya no son términos contradictorios y separados, como
partes de un mismo todo que sigue una línea similar con un solo objetivo único y
superior: forjar las generaciones que nos han de seguir en el esfuerzo y la tarea de
hacer una Patria mayor, una sociedad más justa y una comunidad nacional más
unida y más fraterna. En las escuelas reposa sobre los maestros esa misión superior:
en el hogar, ese honor le cabe a la mujer".

domingo, 11 de septiembre de 2011

Patria Grande


CARTA AL GRAL. PRATS (20-11-1973)

Escrito por Juan Domingo Perón.
Buenos Aires, 20 de noviembre de 1973
Señor Gral. Don Carlos Prats.

Mi estimado amigo:

He recibido su grata carta en momentos de hacerme cargo de la presidencia. Con viva y sincera emoción le agradezco sus cálidas felicitaciones y sus buenos deseos de éxito en mi difícil misión. Le ruego me perdone el haber demorado en contestarle, asuntos impostergables me lo impidieron. Hoy con sumo placer me dispongo a reanudar nuestro diálogo.

Tiene usted toda la razón cuando afirma que la historia habrá de ofrecernos más de una sorpresa como la de Chile. Una de las causas de la derrota de una revolución radica en que muchas veces los revolucionarios creen que puede realizarse incruentamente. ¡Craso error! Los ejemplos de México, Argentina, Santo Domingo, Bolivia y últimamente Chile demuestran lo contrario. En todos los países mencionados la reacción demostró a los revolucionarios lo caro que debieron pagar por su humanitarismo.

El Presidente Allende me escribía que permanentemente sentía como un contacto físico los tentáculos del imperialismo, que día a día iban paralizando con mayor brutalidad el cuerpo ya enfermizo de la economía nacional, amenazando con asfixiarlo. Esto es corriente en América Latina.

Usted me decía que el destino de un país, como o confirma lo sucedido en Chile, en mucho depende de la coordinación y unidad de las diferentes organizaciones y partidos distantes entre sí por sus idearios políticos. Nada más cierto. Desgraciadamente constatamos en América latina, aunque parezca anacrónico, una abundancia de dirigentes empeñados en un mismo objetivo, que no atinan a ponerse de acuerdo para lograrlo, entran en conflicto entre sí, se pelean, siembran la desunión y la discordia debilitando a sus países en beneficio del imperialismo. Es una pena el que tales dirigentes no quieran o no puedan comprender el carácter popular de la revolución y se dediquen a acciones que perjudican a la misma, provocando al pueblo a manifestaciones que acarrean desórdenes e incidentes sangrientos.

Estoy plenamente de acuerdo con usted que tanto en Chile como en la Argentina no podrá detenerse el movimiento revolucionario si las masas presionan con firmeza y decisión para que asi sea. Se observa algo semejante en otros países del continente, lo que atestiguan numerosas declaraciones de dirigentes políticos y sindicales y los comunicados de los acontecimientos que a diario suceden. En las circunstancias actuales esto no es suficiente, todos sabemos que la lucha depende en mucho de las posibilidades materiales y financieras del movimiento revolucionario y del apoyo moral del exterior. Basta recordar que en 1969 nos dedicamos a la tarea de constituir un fuerte movimiento de solidaridad con la revolución boliviana. Hoy vemos la necesidad de unificar las fuerzas revolucionarias, especialmente las latinoamericanas, en un potente movimiento de solidaridad con la lucha del pueblo chileno, movimiento, que a no dudarlo, aportará una contribución importante al triunfo definitivo de las fuerzas populares en ese país.

Comparto su juicio de que el destino de un país dependerá principalmente de las relaciones del gobierno con las Fuerzas Armadas, en una palabra de la tendencia que predomine dentro de éstas. Es muy justo lo que usted menciona sobre el proyectado plan de los Estados Unidos de modificar el estatuto de la OEA. Si los altos mandos de las Fuerzas Armadas latinoamericanas lo apoyan, tendremos que afrontar duras pruebas, ya que estas modificaciones tienden a la formación de bloques militares en América latina. Traerían como consecuencia la desunión y permitirían a los yanquis instaurar en el hemisferio su anhelado teatro de títeres políticos. Si llegara a suceder, ni imaginarlo quiero. América latina se atrasaría un siglo en el camino de su desarrollo económico y su progreso social. Esta perspectiva debe impulsarnos a poner al descubrimiento los pérfidos planes de los Estados Unidos, sus intenciones inconfesables de "pentagonizarnos", de convertir nuestros territorios en polígonos destinados a probar armas, en plazas de armas que servirían a sus fines estratégicos.

Es indudable que el verdadero contenido de la política norteamericana en América Latina debe ser analizado a la luz de los fines globales de su gigantesca maquinaria bélica. En realidad todos los planes de ayuda a nuestros países, la política de exportaciones, el sistema de financiación del desarrollo industrial están sometidos a los intereses de los planes estratégicos del Pentágono. Esto explica el gran interés del Pentágono en el perfeccionamiento de nuestro sistema de comunicaciones, en la adquisición de materias primas estratégicas, en el desarrollo acelerado de ciertas industrias, etc.

Reconozcamos que una de las causas principales de los duros reveses sufridos por las fuerzas democráticas de América latina reside en no apreciar debidamente el rol de los Estados Unidos, responsables de la mayoría de los golpes de Estado. Sus manos están manchadas con la sangre de miles y miles de latinoamericanos caídos en la lucha por la libertad y la independencia. No hay un sólo país latinoamericano que no haya sufrido la intromisión descarada de los monopolios norteamericanos, verdaderos ejecutores de la política exterior de su país.

Se equivocan los que afirman que respecto a Estados Unidos estamos viviendo un período de calma. Y qué calma es ésta cuando están realizando toda clase de actividades secretas, soborno de políticos y funcionarios gubernamentales, asesinatos políticos, actos de sabotaje, fomento del mercado negro y penetración en todas las esferas de la vida política, económica y social. Sobre nuestros países vuelan los aviones militares norteamericanos, mientras nuestro suelo permanece en poder de sus monopolios, con bases militares. Y a esto se añaden centenas de establecimientos menores, como estaciones meteorológicas, o sismológicas, capaces de convertirse en centros de terrorismo y agresión.

No estamos suficientemente bien informados de las actividades del imperialismo en el derrocamiento de los regímenes democráticos de Brasil, Chile, Bolivia, Uruguay y otros países. Pero poseo informes detallados de la actual arremetida del imperialismo americano en la Argentina. Los yanquis se preparan para un "nuevo diálogo después de Perón". Claramente les decimos que les espera el fracaso. La Nación entera se pondrá de pie. Todos los argentinos se levantarán en defensa de la soberanía nacional. Todos los pueblos hermanos de América nos apoyarán.

jueves, 8 de septiembre de 2011

San Martín, Rosas, Perón









Alfredo Bettanin
"San Martín, Rosas, Perón"
Acrílico sobre tela
Colección Presidencia de la Nación



Es posible admirar el cuadro "San Martín, Rosas, Perón" en el magnífico Museo del Bicentenario. ¡Gracias Presidenta

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Iluminando nuestro camino

Las palabras de la Abanderada de los Humildes

Yo he medido con la vara de mi corazón la frialdad y el fanatismo de los hombres. Los dos extremos han desfilado permanentemente ante mis ojos. El paisaje de estos años de mi vida es un inmenso contraste de luces y sombras. En todos los momentos de esta vida mía me es dado contemplar y sufrir ese tremendo encuentro del fanatismo y de la indiferencia. Confieso que no
me duele tanto el odio de los enemigos de Perón como la frialdad y la indiferencia de los que debieron ser amigos de su causa maravillosa. Comprendo más y casi diría que perdono más el odio de la oligarquía que la frialdad de algún hijo bastardo del pueblo que no siente ni comprende
a Perón.
Evita, "Mi mensaje"

lunes, 5 de septiembre de 2011

Lo que logra el Peronismo

En 1945, cuando el Justicialismo llegó al Gobierno, existía en el país una
situación similar: elevada deuda externa, descapitalizadores envíos
financieros anuales en divisas, balanza de pagos al exterior deficitaria y
ausencia de toda reserva financiera efectiva.
102Sobre ello más de medio millón de desocupados. Frente a ese panorama,
nos empeñamos en repatriar la deuda, bajar a la décima parte los servicios
financieros en divisas, nivelar la balanza de pagos por el control de
importación y crear una reserva financiera. Simultáneamente fue posible
poner en marcha el "PRIMER PLAN QUINQUENAL" con el que no sólo
se alcanzó plena ocupación y termino con los parásitos, sino que requirió
ese millón de inmigrantes para satisfacer la demanda de mano de obra. Ello
permitió en poco tiempo pasar de una economía de miseria a una economía
de abundancia como asimismo a un aumento considerable de la producción
que posibilitó un aumento proporcional del consumo que, a su vez, tonificó
el comercio, como a la industria y la producción. Así el ciclo económico
fue el factor determinante de una economía popular con alto poder
adquisitivo y, en consecuencia, un consumo relativo a ese poder adquisitivo
y a la producción en franco progreso. El tiempo hizo lo demás.

(El General en "La hora de los pueblos")


sábado, 3 de septiembre de 2011

El Conductor y el Hada

Numa AYRINHAC
"Retrato del General Juan Domingo Perón y la Señora María Eva Duarte de Perón"
Año 1948 - óleo sobre tela
Colección Presidencia de la Nación